Las piscinas son una fuente de disfrute y buenos ratos, aunque su continuo mantenimiento y la necesidad de cloro las terminan volviendo un suplicio, no solo en gastos, sino en el padecimiento de reacciones, como irritación en ojos y piel. Es por eso que ha surgido la alternativa de las piscinas de agua salada, ya que su sistema es totalmente ecológico, un alivio para las pieles y ojos más sensibles.
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¿Qué son las piscinas de agua salada?
Las piscinas de agua salada integran muy pocos componentes en su sistema. Lo primero es que el agua no es salada por naturaleza, es decir, que al hablar de una piscina de agua salada no hablamos de una piscina de agua de mar, es simple agua dulce que es salinizada de forma artificial a través de un clorador salino. ¿Cómo lo hace?
¿Cómo funcionan las piscinas de agua salada?
Una vez colocado el clorador salino, se vierten las cantidades de sal adecuadas a la proporción en relación con el agua. Pero no se vierten directo en el agua, ya que así sería más complicado alcanzar la salinidad uniforme, más bien, se coloca la sal en el depósito del clorador y este la convierte en una especie de gas que recibe el nombre de hipoclorito sódico, así el agua recibe la salinización de forma pareja.
Un punto brillante de este sistema es que, eventualmente, la sal vuelve a solidificarse en la piscina, así que puede ser recolectada de nuevo para su reutilización, lo que permite al sistema convertirse en un ciclo.
Por supuesto, la salinización del agua tiene un objetivo: evitar la propagación de bacterias y suciedades. De manera que no es un simple capricho como quién desea tener un mini-mar en su casa, más bien, la idea es lograr mantener cristalina el agua sin necesidad de químicos como complementos del clorador.
Sin embargo, algunos componentes pueden recibir mantenimiento con químicos que reducen la oxidación y el deterioro de los mismos por el uso, tal es el caso, por ejemplo, de los electrodos de vaporización, los cuales suelen obstruirse con cal y sedimentos generando óxido. Así que se puede aplicar un desincrustante apropiado para su uso en las piscinas.
Por otro lado, algo importante para que el sistema de salinización funcione, es que se debe mantener una temperatura apropiada, 15° centígrados, así la sal no se vaporizará demasiado rápido si es muy alta la temperatura, ni se entorpecerá el proceso si es muy baja. Además, el pH también debe estar en su medida justa, que es un valor cerca de 7, así la sal y la acidez no se anulan entre sí.
Ventajas de las piscinas de agua salada
Usar el agua salada en las piscinas ofrece estas ventajas:
1. Mayor comodidad. Para algunos bañistas, la sensación del agua salada en la piel es mucho más agradable que la del agua dulce que contiene químicos que la mantienen limpia. Aunque cabe decir que esto solo depende de la experiencia de cada persona.
2. Las piscinas de agua salada son más saludables. Al no utilizar cloro, los bañistas no están expuestos a productos que provocan erupciones en la piel, por lo que el bañarse no representa ningún peligro para su salud.
3. Absoluta independencia de los productos químicos, esto supone un punto positivo para el bolsillo, ya que reduce notablemente los costos de mantenimiento.
4. Son más ecológicas, porque al no usar ningún tipo de productos químicos para el mantenimiento, más que sal, termina convirtiéndose en una alternativa amigable con el ambiente.
5. La sal es reutilizable. La sal vertida en la piscina se solidifica con el tiempo y esta se recolecta y sirve para una nueva salinización del agua.
6. El mantenimiento de una piscina de agua salada no requiere medidas especiales, de hecho, es el mismo que el de las piscinas de agua dulce: uso de limpiafondos, lonas protectoras, recolección de hojas y desechos orgánicos y mantenimiento de los filtros. Además de eso, solo se debe verter periódicamente la sal en el contenedor del clorador salino.
7. Las piscinas de agua salada requieren poco mantenimiento. Aunque eso no quiere decir que no se puedan usar los flucolantes para la limpieza, solo que, por lo general, no será necesario porque las suciedades se neutralizan con el clorado salino.
8. Al agua se le pueden agregar alguicidas, así que aquellos que no quieran correr ningún riesgo de que se desarrollen algas en su piscina pueden usarlos alguicidas sin temor de que pueda generar algún efecto adverso al clorador o a los bañistas.
Desventajas de las piscinas de agua salada
Las piscinas de agua salada presentan básicamente estas tres desventajas:
1. El alto costo de instalación inicial. A diferencia de las piscinas de agua dulce, las de agua salada dependen de la instalación de un sistema llamado clorador salino, del que te hemos hablado varias veces en este artículo. Con el clorador es que se puede llevar a cabo el mantenimiento del agua y su salinidad. Pese a ello, a la larga esto pierde importancia ya que ese será el único gasto importante a realizar en la piscina, a diferencia de la piscina de agua dulce que los requieren con mucha más frecuencia.
2. Es costoso realizar reparaciones o sustituciones del clorador. Como comentamos antes, el clorador es costoso, por lo que realizar una reparación está en manos de pocos conocedores, y el alto costo es igual si hay que sustituir todo el sistema.
3. Prejuicios. Para los que no son amantes del mar, las piscinas de agua salada no son la opción más grata, pero ese es un error por juicio adelantado, ya que, en realidad, la salinidad de las piscinas de agua salada es de una décima parte en comparación al mar, así que no es tan salada como algunos pueden imaginarlo. Por otro lado, los que ya están acostumbrados al agua dulce tal vez no quieran animarse a probar la experiencia en una piscina de agua salada.
Ahora que conoces el sistema que está detrás de las piscinas saladas, sus ventajas y desventajas, puedes decidir si quieres tener una de estas en casa.
¿Cuál es el pH ideal en una piscina de agua salada?
El pH ideal en una piscina de agua salada está entre 7,2 y 7,8. Este rango mantendrá el agua cómoda para los bañistas y ayudará a evitar que el cloro se evapore del agua. El pH puede ajustarse hacia arriba o hacia abajo en función de las necesidades de la piscina, pero es importante mantenerlo dentro de este rango.
¿Qué es mejor la piscina de sal o de cloro?
Al final como toda cuestión que se ponen en la mesa cada uno debe evaluarla en todas las circunstancias.
Como hemos dicho anteriormente las piscinas de agua salada evitan las reacciones y picores tanto en la piel como en los ojos, ya que tienen menos componentes químicos actuando como desinfectantes.
Por otro lado la densidad del agua en mayor debido a la sal por lo que mejora la flotabilidad, característica muy interesantes si se tienen niños o para ejercicios de rehabilitación.
El principal pero es la inversión, ya que el precio es más alto cuando instalamos un sistema de cloración salina. Con el paso de tiempo toda esta inversión se va compensando al no tener que adquirir otros componentes químicos que utiliza las piscinas de agua dulce.
Sea cual sea la elección aun tendremos que estar atentos al pH y hay que tener en cuenta que en las piscinas de agua salada éste es mayor. Si quieres saber más sobre cómo subir y bajar el ph de las piscinas te recomiendo este artículo.